De cara a la próxima movilización del 2 de octubre, convoquemos asambleas unitarias de estudiantes, docentes y no docentes en todas las facultades.
El gobierno de Milei se prepara para vetar la ley de financiamiento universitario, en un nuevo intento de ofensiva por parte de este gobierno de avanzar con el ajuste y la destrucción de la educación pública. Este plan de ajuste fue frenado parcialmente en la primera mitad del año, luego de la histórica e inmensa movilización educativa del 23 de abril, donde más de un millón y medio de personas en las calles le marcaron la cancha al gobierno. Aunque se le puso un freno al recorte presupuestario, aun así el gobierno atacó gravemente los salarios docentes y para los estudiantes está cada vez más difícil poder estudiar debido al ajuste a las condiciones de vida. Sin embargo, fue gracias a esa enorme movilización que el congreso discutió una ley de financiamiento universitario que, aunque sigue siendo insuficiente, ahora Milei pretende vetar. Esta decisión va en línea con el recientemente presentado proyecto de presupuesto 2025, donde el gobierno prevé un ajuste brutal a la educación en general y la universidad pública en particular.
Frente a esta nueva tanda de ataques a la educación, es urgente retomar el camino de la movilización y ser miles el próximo 2 de octubre, así como también estar en las calles el día que el congreso trate el veto de Milei. La movilización es más fundamental que nunca sabiendo que el Congreso es incapaz por sí mismo de frenar a Milei, como sucedió recientemente cuando un pequeño grupo de diputados radicales alcanzó para darle el visto bueno al veto a la ley que promovía apenas un mísero aumento a los jubilados. En este escenario, es necesario apoyarnos en nuestras propias fuerzas en las calles para imponerle un freno a Milei en los hechos, sin confiar en las promesas que pueden venir desde el parlamento.
Esto significa un debate con el kirchnerismo, que se ocupa de ser una “oposición parlamentaria” apostando al desgaste del gobierno con vista en las elecciones pero sin dar una lucha real que busque derrotar las leyes y ataques del gobierno, tal como lo confirmó Máximo Kirchner al decir que «no hay que enojarse con el veto». Esto se ve claramente en la política de los centros de estudiantes en manos del radicalismo y el peronismo, que buscan evitar que el movimiento estudiantil ingrese como actor en la lucha por la universidad. Mientras tanto Milei avanza con su ajuste, empeorando la vida de la clase trabajadora y los jóvenes, así como profundiza el deterioro de la educación pública.
La estrategia tiene que ser muy distinta, impulsando la lucha contra Milei de manera real y desde abajo, lo que significa en primer lugar que el movimiento estudiantil tiene que ser protagonista y aportar con sus propios métodos como las asambleas, clases publicas y tomas de facultades, en defensa de la universidad. Un primer paso podria ser impulsar asambleas unitarias de estudiantes y docentes y no docentes que vienen luchando por su salario.
¡Organicemos asambleas en todas las facultades para discutir cómo preparar una inmensa movilización el próximo 2 de octubre para imponerle al congreso que rechace el veto de Milei!
Sumate al Plenario de La Revuelta para que en las próximas elecciones, las asambleas y la lucha estudiantil estén presentes en el Centro.
La Revuelta – Corriente Estudiantil Socialista









