Como anunció el gobierno, el miércoles 23 se inició el proceso de privatización de Trenes Argentinos de carga. Algo que se esperaba luego de la votación favorable en la Ley de Bases que obtuvo el gobierno.
Esta noticia cayó muy mal en sectores ferroviarios, siendo que esto es el puntapié inicial del gobierno en intentar privatizar la totalidad de los trenes argentinos. Algo muy parecido a lo que se vivió en los ´90, que también arrancó con la privatización de los trenes de carga.
El anuncio es parte de la guerra contra los trabajadores que lleva adelante Milei, que como en Aerolíneas Argentinas, en hospitales importantísimos como el Garrahan y el Bonaparte o en las universidades, vienen llevando adelante un vaciamiento con la desfinanciación y el derrumbe salarial. En los ferrocarriles se vienen cancelando obras, aplicando jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios. Con la emergencia ferroviaria decretada luego del accidente cerca de la estación Palermo esto no hizo más que empeorar. También cerraron el servicio a Pehuajó, redujeron frecuencias y aumentaron los boletos de los trenes de larga distancia por encima del precio de los colectivos, sin lugar a dudas para favorecer a estas empresas y destruir el ferrocarril.
FUERA EL CHAMUYO DE LA PRIVATIZACIÓN: NO DEJEMOS PASAR LA TRAICIÓN
Los trenes de carga y de pasajeros son un importantísimo medio de transporte barato, ecológico, muy útil para el entramado productivo, para las economías regionales, para que viajen los trabajadores y estudiantes, para conectar todo el país: tiene un valor estratégico.
En los últimos días el secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, salió a respaldar la política de privatización argumentando que si viene un privado y pone plata va a ser mejor para los trabajadores, y que no le consta que vayan a haber despidos. ¡¿¿Enqué planeta vive Sasia??! Toda la política de Milei desde que asumió fue despidos a los estatales, pulverizar los salarios, impulsa una reforma laboral para aumentar exponencialmente la explotación de los trabajadores a costa de conquistas como la estabilidad laboral, contra el derecho a huelga, contra la salud y la educación, contra los trabajadores jubilados. Y toda esa política es respaldada aplaudida y redactada por los empresarios que también vienen despidiendo y pulverizando los salarios. Además, ya hubo despidos en los ferrocarriles en infraestructura ferroviaria y en DECAHF. Por eso el vaciamiento es para justificar la privatización como hicieron con los ferroviarios en los ‘90, sólo sirve para atacar conquistas de los trabajadores, despedir masivamente, abandonar vías, aislar ciudades: en fin, para que unos pocos empresarios hagan negocios a costa de los trabajadores y el pueblo.
Sin desentonar con un importante sector de la CGT que se mandó a guardar y viene negociando con el gobierno, trascendió estos días que el gobierno le ofreció quedarse con un 10% de la empresa a la UF. Si esto es así es sin lugar a dudas una traición hecha y derecha que no hay que dejar pasar. Sólo la unidad de los trabajadores puede superar a los traidores para derrotar al plan de Milei.
ASAMBLEA, PARO Y MOVILIZACIÓN
El paro de gremios del transporte del 30 de octubre hay que convertirlo en un punto de apoyo de un plan de lucha real que arranque por asambleas en todos los sectores y de todos los gremios. Hay que tomar el ejemplo de los aeronáuticos que vienen luchando y lograron frenar por el momento el intento de privatización. El ejemplo de las y los trabajadores del Hospital Bonaparte que con la ocupación pacífica de su lugar de trabajo lograron dar marcha atrás con el intento de cierre de Milei. También tomemos el ejemplo de los estudiantes que nos muestran que para enfrentar semejantes ataques hay que luchar con masividad y organizarse desde abajo.
Hay que arrancarle un paro general a la CGT y confluir todas las luchas en una masiva movilización contra los ataques del gobierno y los empresarios.
NO A LAS PRIVATIZACIONES
ABAJO LA REFORMA LABORAL









