Luego de los anuncios del vocero Adorni del pasado martes 13 sobre eliminar los aranceles a la importación de celulares, el presidente Milei, a pedido del FMI y envalentonado por el resultado electoral en CABA, finalmente largó el decretó y lo hizo público en el boletín oficial.
Esta medida implica un ataque al conjunto de la clase trabajadora de la isla y es parte del plan económico del gobierno de destrucción de la industria del país con la apertura indiscriminada de importaciones.
En Tierra del Fuego hay 9.000 obreros y obreras metalúrgicas que fabrican el 94% de la producción de celulares del país. Para tomar dimensión, se fabrica un celular cada 20 segundos, de alta y baja gama (TCL, Xiaomi y Samsung).
Semejante declaración de guerra por parte del gobierno, que amenaza con la pérdida de miles de puestos de trabajo y que pone en jaque cuestiones de la soberanía nacional (volveremos sobre esto más abajo), obtuvo una respuesta inmediata por parte de los trabajadores metalúrgicos, quienes al enterarse de los anuncios, rompieron la conciliación obligatoria trucha acatada por UOM nacional y fueron al paro por tiempo indeterminado. Rápidamente la medida tuvo eco en la mayoría de los sectores de trabajadores, lo cual obligó a la CGT regional a convocar un Paro General Provincial este miércoles 21. La medida fue contundente, parando no solo la industria y el transporte logístico, sino también la administración pública, la docencia y los comercios.
Toda una demostración de fuerza ante los intentos de amedrentamiento del gobierno de aplicar el protocolo represivo con el envío de fuerzas federales. Hubo piquetes en las puertas de fábrica, de supermercados como Carrefour, La Anónima o Diarco, así como en las entradas de la Ruta 3, en el ingreso de las ciudades de Rio Grande y Ushuaia.
Cabe destacar que, en una maniobra de último momento, la burocracia de los petroleros anunció que se bajaba del paro, ya que le habrían dictado la conciliación obligatoria. Se trata, repetimos, de una burda maniobra, ya que no se puede «conciliar» una medida política: ¡Si no, que el gobierno eche para atrás por 15 días sus decretos! No es casual el intento de dividir por parte de esta conducción de un sector estratégico en la provincia. Los trabajadores petroleros tienen la manija del gasoducto Magallanes que provee hasta el 15% del gas a todo el país.
Una cuestión de soberanía ante el imperialismo en la región
Si ya es una provocación aberrante poner en juego miles de puestos de trabajo y con ello el sostén de la población de la isla que vive de la industria directa e indirectamente, las alabanzas de Milei a la nefasta Margaret Thatcher, las simpatías por los colonos en nuestras Malvinas, el arreglo con el FMI y las visitas del Comando Sur yankee a Ushuaia muestran adónde lleva el sometimiento al imperialismo.
La provincia más austral es una región de importancia estratégica, no solo por sus recursos, sino por su ubicación. Nuestras Malvinas ocupadas por los ingleses están a 500km. de Rio Grande, más al sur se encuentra la entrada al continente Antártico y están los pasos de Drake y el de Magallanes que conectan el Atlántico con el Pacifico.
Despoblar la isla es entregarla en bandeja al imperialismo. Por eso la lucha por soberanía es indisociable: nuestra provincia es Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Los trabajadores de Tierra del Fuego tienen que ganar
El histórico paro en la provincia mostró la fuerza que tienen los trabajadores en lucha y unidad. Los metalúrgicos continúan de paro por tiempo indeterminado. El gobierno Nacional se muestra inflexible mientras que las patronales, que en un principio dijeron que “ajustando los ritmos” no peligraban los puestos de trabajo, ahora directamente amenazan con represalias de despidos.
El gobernador Melella convocó a las patronales y a la CGT a una reunión y llamó al dialogo al gobierno nacional. Busca la paz social por medio de un acuerdo. No hay paz posible ante semejante ataque. La salida es el retiro inmediato de los decretos 333 y 334/25, y la única fuerza en la que debe confiar la clase trabajadora es en la suya, en sus métodos y su lucha, con ellos atraer la solidaridad y el apoyo de las clases intermedias.
Milei al incluir a Tierra del Fuego en su plan, nacionaliza el conflicto. Ahora es el turno de los trabajadores de hacerlo y torcerle el brazo al gobierno. Para eso hace falta ya un Paro Nacional de la CGT y CTA en apoyo a la lucha fueguina, golpear al gobierno poniendo en la agenda los reclamos y necesidades de los trabajadores, la recomposición salarial, la defensa de la industria, de la salud y educación pública. Contra los despidos. Por la defensa del derecho a huelga en las calles. Por la soberanía, fuera FMI, fuera ingleses de Malvinas.
Matías R.









