Publicación de trabajadores de la OST
El Martillo N° 4 – Noviembre 2025
BASTA DE COMPLICIDAD DE LA CGT Y LAS CTA: QUE CONVOQUEN A PARO ACTIVO Y MOVILIZACIÓN EL DÍA QUE SE DISCUTA LA REFORMA EN EL CONGRESO
NECESITAMOS ASAMBLEAS, PARO Y MOVILIZACIÓN
Milei pone fecha para un ataque brutal contra la clase trabajadora: luego que asuman los nuevos diputados el 10 de diciembre habrá sesiones extraordinarias en el Congreso durante el verano donde intentarán sancionar la reforma laboral y luego avanzar con las reformas de las jubilaciones. Mientras se negocia la letra chica con todas las fuerzas políticas patronales, del radicalismo al peronismo, pero obviamente nadie informa qué es lo que se negocia, porque es en perjuicio de las grandes mayorías.
LOS OBJETIVOS DE LA REFORMA LABORAL
Apoyado en el reciente triunfo electoral frente a un peronismo que no presentó un programa alternativo, y sostenido por el imperialismo yanqui de la mano de Trump y Bessent, el plan de reforma laboral de Milei es sencillamente darle mayor poder a las patronales para explotar a los trabajadores, garantizar las superganancias de un puñado de empresarios y que el imperialismo se maneje en nuestro país como su patio trasero. El plan es que los niveles de precarización laboral y los salarios de miseria que llevan a que muchísimas trabajadoras y trabajadores tengan que recurrir al pluriempleo, convierta, a partir de estas reformas, a la superexplotación y precarización en ley, y que ya no exista la esperanza de conseguir un empleo mejor: como son los trabajos en blanco bajo convenio colectivo, que contemplan paritarias, el pago de las horas extra, el pago de los días de suspensión, el derecho a jornadas laborales de 8 horas, y muchas otros derechos. Además, que se busca ilegalizar las medidas de fuerza con la que nos defendemos frente a las patronales: huelgas, piquetes, asambleas, movilizaciones. No es un esfuerzo momentáneo para que el país salga adelante: es un cambio de vida, a partir de estas reformas todos los trabajos van a estar bajo un régimen de precarización y superexplotación.
DÉCADAS DE DECADENCIA CAPITALISTA
Está claro que los ataques de Milei se apoyan en toda la decadencia anterior: la pérdida de derechos como decimos arriba se viene consolidando de hecho desde hace décadas, desde la dictadura militar que vino a exterminar a una generación luchadora que quería una sociedad justa, pasando por gobiernos radicales y peronistas como el menemismo que en los 90 privatizó empresas estatales para beneficiar a algunas empresas multinacionales y con una política de apertura de importaciones permitió que como ocurre ahora se destruya gran cantidad de empleos con despidos y cierres de fábrica, que terminó en una explosión de desocupación a fines de los 90. El gobierno radical de De la Rúa impulsó con sobornos en el congreso otra reforma laboral para “salir de la crisis” que solo trajo más pobreza y desempleo.
El estallido social del 2001 y el “que se vayan todos” fue lo que permitió frenar ese ciclo brutal de deterioro económico. Por eso hubo recuperación económica y por eso existió el kirchnerismo: fueron gobiernos condicionados por la movilización popular, y que su tarea fue sacar a la gente de las calles: que toda una generación confíe en que el Estado los iba a proteger al reconocerle algunos derechos.
El gobierno de Macri volvió a poner en agenda la reforma laboral y jubilatoria, pero la logramos frenar en las calles. Sin embargo, el fracaso del gobierno de Alberto Fernández sumado a la continua decadencia del capitalismo argentino y sus políticos, trajeron a Milei al poder. Un estafador que supuestamente vino a barrer a la casta privilegiada para que la economía se recupere y que ahora está montado sobre esa casta para imponer una derrota histórica a la clase obrera argentina.
BASTA DE SINDICALISMO TRAIDOR
En medio de esta situación, la CGT acaba de “renovar” a sus autoridades: un nuevo triunvirato conformado por Octavio Argüello, Jorge Sola y Cristian Jerónimo, gente que apenas se les conoce la cara pero mucho peor no se les conoce una lucha, y que ni hablar fueron elegidos a espaldas de toda la clase trabajadora. Si ya veníamos de una CGT que a duras penas se movilizó un par de veces contra la enorme cantidad de ataques que recibimos los trabajadores, ahora aparece más debilitada, enredada en las internas y sin ninguna predisposición a salir a pelear. Por eso, tenemos que empezar a prepararnos en nuestros lugares de trabajo para pelear contra la reforma laboral y exigirles a la CGT Y CTA paro y movilización el día que se discutan las reformas en el Congreso. Necesitamos recuperar los sindicatos y cuerpos de delegados para hacer frente a un capitalismo cada día más depredador: nuestros métodos son las asambleas, la votación democrática, la libertad sindical para presentar listas opositoras, la movilización y medidas de fuerza colectivas como la huelga para demostrar la enorme fuerza de nuestra clase.
LA CLASE TRABAJADORA ES LA SALIDA A LAS CRISIS CAPITALISTAS
No nos dejemos engañar: no vamos a salir de ninguna crisis entregando derechos. Solo los trabajadores podemos defender que exista un futuro para nuestra generación y para nuestras hijas e hijos. El trabajo es el que genera riqueza, por eso hay que frenar los despidos y cierres de fábrica. Necesitamos por el contrario que se invierta en fábricas como el Astillero Río Santiago, que no fue desmantelado gracias a la movilización de sus trabajadores. Invirtiendo en el Astillero se puede producir barcos de gran calidad, una gran cantidad de empleos calificados y bien pagos, que además protege la soberanía sobre nuestro territorio.
Hay que financiar la educación pública de calidad: la educación es una de las principales herramientas de desarrollo. Las y los docentes tienen que movilizarse todo el tiempo para defender las escuelas. Los estudiantes universitarios también tienen que ponerse en pie de lucha para defender la universidad pública y gratuita. ¡Ahí está el futuro!
La salud pública es un derecho humano fundamental, no puede ser un negocio. Las y los trabajadores del hospital Garrahan son un gran ejemplo: hace meses que se pusieron en pie de lucha para defender al hospital del desfinanciamiento, y recientemente lograron gracias a la movilización aumentos salariales del 61% para poder tener salarios dignos.
Mientras Milei, Trump y los empresarios preparan un ataque histórico, las y los trabajadores debemos ponernos a la altura del desafío: hay que organizarse, discutir en cada lugar de trabajo cómo enfrentar estos ataques. Levantemos un programa propio:
Abajo la reforma laboral regresiva
Ocupación de empresas que cierren y despidan
Impuestos a los multimillonarios empresarios y terratenientes para invertir en salud y educación
Que la crisis la paguen los capitalistas que la generan
LAS NUEVAS GENERACIONES SE LEVANTAN CONTRA LA BRUTALIDAD DEL CAPITALISMO: DE LAS PROTESTAS GLOBALES AL TRIUNFO DE MAMDANI EN NUEVA YORK
Vivimos en un mundo sacudido por los ataques de un capitalismo voraz que, de la mano de los gobiernos más reaccionarios —como los de Trump, Netanyahu, Meloni o Milei—, busca aumentar sin límites las ganancias de los grandes empresarios.
Se trata de un capitalismo en crisis que intenta consolidar un nuevo modelo de acumulación. En Grecia, la centroderecha de Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis, extendió la jornada laboral a 13 horas. En Francia, Macron impuso el aumento de la edad jubilatoria. En Argentina Milei quiere hacer lo mismo. Se trata de un capitalismo envuelto en guerras como la de Rusia y Ucrania, y que avanza en la dominación imperialista como la militarización del Caribe bajo el mando de Trump. Además, destruye la naturaleza con el calentamiento global ligado a las emisiones de carbono principalmente de China y EEUU, y el avance de la depredación de los recursos naturales sin límites.
Para sostenerse, necesita fabricar enemigos. Señala a los inmigrantes, a los musulmanes o a los derechos democráticos y laborales de la clase trabajadora como los culpables de todos los males. Así, garantiza un sistema hecho por y para los ricos, mientras hunde en la pobreza a la mayoría de la población.
Pero en este 2025, las protestas se multiplicaron en todo el mundo: Madagascar, Marruecos, Perú, Ecuador, Colombia, Filipinas, Francia, Paraguay. En los últimos meses, vimos a miles de jóvenes movilizarse en solidaridad con el pueblo palestino y contra el genocidio que llevan adelante Netanyahu y Trump.
En España, el movimiento estudiantil acampó en las universidades tras la detención de la Flotilla Sumud —que llevaba ayuda humanitaria a Gaza—, mientras en Italia una huelga general exigía a Meloni romper relaciones internacionales con Israel.
También la generación Z protagonizó una rebelión histórica en Nepal, derribando a su propio gobierno. Es toda una nueva generación que no acepta el mandato del capitalismo: ser pobres, precarizados y sin derechos. Jóvenes que buscan nuevos horizontes políticos.
En la ciudad de Nueva York, la elección con mayor participación de los últimos 20 años consagró a Zohran Mamdani como alcalde, con el 62% de los votos de los jóvenes menores de 30 años y la mitad del electorado millennial (entre 30 y 44 años). Con una campaña centrada en aplicar impuestos a las grandes fortunas y propiedades de los millonarios de la Gran Manzana, despertó entusiasmo entre inmigrantes, trabajadores, mujeres y jóvenes. Mamdani plantea que es posible vivir dignamente dentro del capitalismo. Ese guiño encendió el surgimiento de un nuevo proyecto, veremos cuál es su desarrollo, en la misma ciudad que vio nacer a Trump, el corazón del capitalismo mundial. Una irrupción electoral que demuestra que hay una generación dispuesta a luchar y pensar cómo superar el capitalismo de los ricos para los ricos. Una generación que busca nuevas alternativas.
Desde la Organización Socialista de Trabajadores creemos que la lucha contra este sistema solo puede darse a través de la organización, la movilización y la radicalización política de la clase obrera. Los trabajadores deben ser quienes tomen en sus manos la resolución de los problemas cotidianos: la salud, la educación, la industria, el trabajo, el transporte, la vivienda, los cuidados y la alimentación. Solo desde una perspectiva verdaderamente revolucionaria los sectores oprimidos pueden convertirse en protagonistas de sus propios destinos. Para eso es indispensable cuestionar y expropiar los pilares del capitalismo, poniendo los medios de producción al servicio de las necesidades del pueblo trabajador, con la intención de construir una vida digna, libre y esperanzadora para la clase trabajadora y los oprimidos.









