Días atrás cuando se conoció el texto final del proyecto de reforma laboral de Milei, las fábricas y lugares de trabajo de todo el país se llenaron de deliberaciones a las que se arribó una conclusión clara: se trata de una ley que destruye derechos laborales fundamentales de la clase trabajadora y, por lo tanto, no hay que negociar nada con el gobierno, de la mano de esta ley, los trabajadores vamos a ser esclavos directos de las patronales. Una conmoción en las bases que metió una muy fuerte presión a los burócratas sindicales de la CGT que tuvieron que convocar esta marcha en pocos días. Una movilización que, si bien fue importante, no llego a la masividad que se requiere para derrotar la ley.

Sucede que la CGT está tratando de negociar que no le quiten sus privilegios de casta afectados por la reforma y por eso no quiere llamar un Paro Nacional que sería verdaderamente una primera medida de lucha que colocaría a cientos de miles de trabajadores en las calles, que es claramente lo único que puede realmente enterrar los intentos de Milei de aprobarla.

Por otro lado, hoy por la madrugada el gobierno tuvo un revés en el Congreso donde, si bien logró aprobar un presupuesto de brutal ajuste, no pudo lograr que se apruebe la derogación de Ley de Financiamiento Universitario y la Ley de Discapacidad que se habían conquistado mediante la movilización de miles.

Así, entre este traspié parlamentario y la movilización en las calles de hoy a Plaza de Mayo y gran parte del país, al gobierno no le dio la fuerza para llevar al Congreso la reforma laboral en los próximos días de diciembre y tuvo que pasarla para el mes de febrero, lo que deja claramente golpeado al gobierno y tiene que servirnos a los trabajadores para redoblar la organización en cada lugar de trabajo multiplicar las fuerzas en las calles para cuando el gobierno vuelva al ataque.

Al mismo tiempo tenemos que exigir que la CGT rompa toda negociación con el gobierno. ¡No se puede negociar nada con semejante ley esclavista y con un gobierno enemigo de los trabajadores! Hay que hacer lo opuesto: la CGT y CTA tienen que llamar a un Paro Nacional Activo como primer paso de plan de lucha que evite que el gobierno pueda robarnos los derechos conseguidos con décadas de lucha. ¡Las fuerzas de clase trabajadores están intactas!
Desde la OST participamos de la movilización con una nutrida columna de trabajadores y estudiantes junto al bloque independiente de la izquierda y los sindicatos combativos. Vamos a impulsar en cada lugar de trabajo la organización y prepararnos que cuando en febrero el gobierno trate de volver a aprobarla seamos cientos de miles en las calles.

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