La Organización Socialista de los Trabajadores (OST) es un nuevo agrupamiento político formado por trabajadores, estudiantes, docentes de escuelas públicas, universitarios que venimos de ser parte activa en las enormes luchas contra los ataques de Milei, compañeras del movimiento de mujeres que le hacemos frente a la ola reaccionaria y conservadora que quiere quitarnos nuestros derechos conquistados, jóvenes que luchamos en defensa de la naturaleza y el medioambiente, así como también compañeros que comenzamos a militar en los 70´ y volvemos a iniciar una nueva experiencia de organización que permita tender puentes de continuidad en la lucha por el socialismo.
Buscamos una profunda transformación de la sociedad para terminar con la explotación económica del capitalismo y todas las formas de opresión y alienación que nos impone. Por eso nos sentimos parte de las nuevas generaciones que a lo largo y ancho del mundo toman las calles contra las injusticias y desigualdades que no paran de crecer. Se trata de emergentes de una nueva época donde hay un renacer de la organización y la lucha colectiva que, con desigualdades, comienzan a cuestionar a la sociedad capitalista y sus más viscerales expresiones de extrema derecha.
Nos sentimos parte de ese cuestionamiento al capitalismo y por eso queremos contribuir a su organización política desde una perspectiva que plantee un horizonte de sociedad superador, esto es, el socialismo internacional de los trabajadores. Un nuevo tipo de sociedad basada en la cooperación social y el bien común, y no en la competencia, el dinero y los privilegios, donde la producción económica no se haga sobre la base de la explotación laboral y el sometimiento de los trabajadores, sino por medio de la asociación colectiva e igualitaria de las personas. Una sociedad guiada por la solidaridad y la realización de la igualdad social, donde las mujeres vivan liberadas de la opresión y la violencia del patriarcado. Un mundo donde reine la libertad de expresión en todo sentido y la educación, la ciencia y la cultura no estén supeditadas a la lógica de la ganancia económica sino al servicio de la plena realización del bienestar del ser humano. Una sociedad donde no haya más guerras ni genocidios porque no habrá ni territorios, ni riquezas que defender o conquistar, sino una asociación mundial de naciones que se organizarán para cooperar entre sí en beneficio del conjunto y bajo un criterio de cuidado y protección de la naturaleza y el medioambiente.

